sábado, 18 de octubre de 2008

PROGRESO Y LIBRE COMPETENCIA


Una vez, el inclasificable pseudo periodista / analista Mariano Grondona, quien basa todos sus argumentos en sofismas ha sacado una nota en un diario justificando el capitalismo y la libertad de mercado (a pesar de su evidente derrumbe y explosión cuya onda expansiva y esquirlas nos alcanza a todos). Con total obsecuencia sigue justificando la necesidad de su continuidad: ¡no toquen el modelo!
Esta vez, comparó e hizo un absurdo paralelismo entre la Teoría darwiniana y el capitalismo neoliberal concluyendo en que es "natural" que entre las personas sobrevivan las más fuertes y mueran las más débiles, por lo que lamenta mucho que haya empresas que caigan en la bancarrota porque otras empresas (léase otras personas) las han superado (vencido) en esta 'lógica e inevitable' competencia que tiene como fin el progreso, a través, del Capitalismo Neoliberal o salvaje.
Esto equivale a decir, ni más ni menos, que el progreso (Industrial, Tecnólógico, Científico,etc.) es para don Mariano el objetivo excluyente de la raza humana, como si de alguna manera la concepción del Ser respondiera solamente a esa consigna: progreso, progreso y más progreso. Propuesta por la cual, la salvación de la especie depende sólo de eso a pesar de dejar sepultados a millones de seres humanos. El camino es el progreso basado en la producción y el consumo y a la vera del mismo, se apilarán los cadáveres prolijamente.
También afirma que de no haber existido la libre competencia de los mercados hoy todavía viviríamos en la Edad Media. Como si la raza humana hubiera transitado desde su origen un gran calvario para poder arribar a esta Era de gran desarrollo tecnológico. Imagínense a un tipo de la edad media sufriendo la falta de lo que no conocía (televisón, autos, ascensores, celulares, computadoras personales, rascacielos, autopistas, medicina nuclear, cajeros automáticos... pobre gente!) Respiraban aire puro! Las aguas eran transparentes y se aburrían con esa estupidez de matar el tiempo!
Ah! un momentito... existía la esclavitud! Pero Sr. Grondona, la era industrial, el capitalismo y la libre competencia acentuaron la esclavitud y deterioraron los recursos naturales en forma salvaje e irreversible; y espiritualmente las sociedades modernas no han progresado. El hombre moderno no es mejor que el del pasado, sólo tiene más recursos tecnológicos, más conocimientos científicos, más curiosidades satisfechas. Pero su Naturaleza y esencia, son las mismas, exactamente las mismas.
Me parece que todavía tenemos pendiente la verdadera definición de Progreso.
Quizás, el verdadero progreso comience cuando el ser humano sienta la necesidad de Hacer para el Bien Común en vez de Hacer para el Bien Individual; tal vez, para entonces haya surgido previamente la necesidad de sentirse en paz con el prójimo y el Planeta.

viernes, 12 de septiembre de 2008

SILENCIO


El absurdo reside en ver el mundo como un gran escenario donde el hombre moderno deberá ser intérprete y no un buscador de verdades con lo que queda eximido de pensar por sí mismo. Una verdadera calamidad.

Por eso tanto bullicio en la cabeza del hombre moderno.

Obviamente, la respuesta es el silencio.

INTELIGENCIA

No es la Inteligencia la que habita en el Universo, el Universo es inteligencia.

martes, 1 de julio de 2008

La Inteligencia



¿Qué es la Inteligencia? ¿Quién puede definirla? Si uno consulta en la Enciclopedia virtual Wikipedia ( http://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia ) nos encontramos con que hay varias formas de inteligencia, e incluso, hay una forma de inteligencia llamada "artificial" pero a mi no me convence que se la designe como una inteligencia porque no es otra cosa que un entrecruce de datos 'predeterminados' carentes de conciencia y voluntad. Dejo la inquietud para aquellos que gustan pensar en estas cosas ¿qué es la inteligencia? ¿hay inteligencia en las plantas por ej.? Según la Biología sí. A este tipo de Inteligencia se la denomina como la capacidad que tienen los sistemas homeostáticos de conservar su estado termodinámico preferente. En otras palabras, todo cuerpo orgánico con capacidad de sobrevivir es inteligente porque logra el equilibrio dinámico. Pero todo esto es desde el punto de vista de la Biología. Desde el punto de vista ¿filosófico? la inteligencia es algo más que eso porque la misma se nutre de otras capacidades como la de razonar, recordar, discernir, emocionarse, mentir, abstraerse, etc. Podría decirse, al menos de una manera muy superficial y sintética, que la Inteligencia Humana es una determinada forma de energía con conciencia de sí misma y que actúa bajo su propia voluntad.
Bajo su propia voluntad! Presencia, esencia, voluntad... misteriosas características de la inteligencia humana. Todo en el Universo tiene Inteligencia, el Universo es inteligencia.
¿no se desarrolla bajo leyes físico-químicas predeterminadas? ¿No hay un Plan para el Universo?

¿Es la Inteligencia algo anterior a la creación del Universo o surge como consecuencia del mismo? La misma pregunta se puede aplicar al ser humano ¿Es la Inteligencia algo anterior al cerebro o aparece como consecuencia de su desarrollo biológico?
El planteo de la pregunta supone que la última opción sería algo absurdo y profundamente misterioso. Sin embargo, la primera opción también lo sería!

¿Hay un Origen de todas las cosas o todas las cosas existen desde la Eternidad?
Nuevamente, ambas opciones parecen absurdas y misteriosas dada la limitada capacidad de nuestro entendimiento (cerebro?). Si desde la nada se hizo la luz... es absurdo. Pero si siempre hubo un antes, es decir, si hay eternidad ¿cómo puede esto concebirse con nuestra estrecha inteligencia?

Dejame tu opinión si te interesa el tema.

Pensar por uno mismo !!!


Creencia no es lo mismo que Pensamiento:
Es muy común y hasta normal que las personas, en su gran mayoría, terminemos pensando según la Cultura en la que vivimos. Llámense padres, profesores, científicos, escritores, pensadores, religiosos o cualquier otro referente; nuestros pensamientos terminan siendo un reflejo de los de ellos, 'se amoldan' a los de ellos y, terminamos creyendo que 'pensamos' igual.
En ese caso, nuestros pensamientos se definirían más correctamente como creencias.
Pensar por uno mismo:
¿Qué significa, entonces, pensar? ¿Cómo se aprende a pensar por uno mismo? ¿Cómo es el proceso para generar pensamientos propios?
Laburar en uno mismo: Cuando nos aqueja alguna duda acerca de cualquier cosa corremos a buscar literatura que nos brinde la más amplia información posible. Y si no tenemos ganas o paciencia para leer acudimos a personas que creemos capaces de darnos una explicación o consejo. Entonces estamos seguros de que luego de recibir la información que buscábamos nuestros conocimientos se habrán incrementado notablemente. En parte sí, pero sería mucho más completo ese conocimiento si elaboráramos (elaborar=laburar) nuestros propios conceptos. Muchas veces me pregunté porqué aceptaba como ciertas las teorías de Freud acerca de la psiquis humana, o porqué, en todo caso, no podía yo observar, pensar y comprender la mía propia en forma directa sin pasar por ningún libro a priori. ¿Acaso cuesta tanto verse a sí mismo, tal como uno es, e investigar las cualidades de nuestra propia psiquis? ¿Cómo sabemos si son correctas las teorías de Freud o de quien sea? Después de todo no han superado la categoría de "teorías". Tampoco digo que sean incorrectas, pero al menos, deberíamos tener esa pizca de cautela y poner en duda algunas cosas que se dan como ciertas sin estar acabadamente comprobadas. ¿Acaso no creyó todo el mundo durante siglos que el sol giraba alrededor de la Tierra hasta que Copérnico demostró lo contrario? ¿Acaso Aristóteles no negó la existencia del átomo hasta que Dalton, cientos de años más tarde, reflotó la teoría (y los hechos de Hiroshima y Nagasaki, lamentablemente, le dieron la razón)?
Una forma de aprender a pensar es definiendo cosas o palabras. Pongamos un ejemplo simple ¿qué es el cielo?: "Cielo es todo aquello que se ve por encima de la Tierra". Tal vez, a simple vista parezca apropiada esa definición. Sin embargo, enseguida se advierte que 'todo aquello que se ve por encima de la Tierra' también puede ser un avión y ya se sabe que un avión no es parte del cielo. Entonces hay que ajustar la búsqueda para encontrar una definición menos imperfecta: "Cielo, es la apariencia que tiene el espacio vista desde nuestra perspectiva en la Tierra". Y así sucesivamente hasta encontrar la definición más perfecta posible. Lo fundamental es que, esa búsqueda, obligará a poner en marcha la función pensar por uno mismo.
Pensar por uno mismo es también, un darse cuenta.
Vale decir que pensar, podría definirse, en primera instancia, como una de las funciones que realiza la mente para comprender lo que percibe con sus sentidos y un darse cuenta de lo que se le oculta a los mismos por condición, pero que existen en función al todo que concibe.
Aclaración:
No se está sosteniendo que no hay que leer conceptos, ideas o pensamientos de los demás, al contrario, toda lectura adicional nutrirá y complementará nuestra comprensión en todas sus formas. Pero es la intención con la que uno lee que hace que nuestra mente se abra o se cierre.
En el colegio no nos hacían razonar las cosas. Nos impulsaban a leer como idiotas. Recuerdo tener que estudiar de memoria el encadenamiento de las sierras de la Ventana, cada una por su nombre en el orden correcto y con sus respectivas alturas! Una tremenda pelotudez!
Seguramente no hay cosa más importante en esta vida (salvo el Amor) que aprender a pensar por uno mismo. Y eso se sabe porque cuando se logra llevar a cabo esa tremenda y hermosa experiencia que es "Pensar", nuestra mente, se activa de un modo muy particular: nos hace sentir estupendamente plenos. 'Nos energiza'. Fluye en nosotros otro tipo de energía. Cambia nuestra percepción del mundo. Vemos lo trivial y lo que nos importa verdaderamente. Nos damos cuenta de hechos que están sucediendo a nuestro alrededor y que antes no percibíamos, como por ejemplo que los pájaros no están simplemente volando en libertad. Si los observamos bien, veremos que están atentos a otros pájaros, al viento, buscando comida o ramas para sus nidos, comunicándose con sonidos, cuidándose de nosotros los humanos que nos temen y con razón. Una mente despierta y activa, que piensa por sí misma, ve esas cosas.

Competir ¿será tan bueno como nos enseñaron?



¿Habrá otra forma de estimulación que no sea, a través, de la competencia? ¿Es el Ser Humano, como dicen, naturalmente competitivo o lo es sólo culturamente hablando, porque así lo aprendió? Nuestro esquema de educación está basado en eso, en la competitividad y como resultado se obtienen personas con un ego hiper desarrollado. Solo vemos una cara de la misma moneda, la del triunfo y de la satisfacción, pero nos olvidamos de la desdicha del 'perdedor'. La felicidad de uno hace pie en la desdicha del otro. Uno festeja mientras otro se frustra. Ganar, ganar o ganar es la única consigna... la depredación humana. "El hombre es el lobo del hombre". Hace poco ví una película en donde se muestra muy claramente este tema. El Método Gronholm. La recomiendo porque hace reflexionar hasta qué punto es válida la competencia, cuáles son sus límites y qué ocurre cuando esos límites se traspasan. ¿Es evitable transgredir determinados límites? Y en todo caso ¿cuáles son los límites? ¿No será hora de que la especie humana empiece a trabajar en la idea de un cambio de modelo, drástica y urgentemente, antes de que todo llegue a su fin? ¿O ya es tarde?

Hablando de Inteligencia




La inteligencia artificial puede superar a la biológica? Sospecho, como tantas otras personas, que estamos frente a un gran cambio en todo sentido. Los Mayas en sus profecías hablaban de un salto cualitativo en la Mente Humana a partir del año 2012, momento en el cual se cumplirá un nuevo año Cósmico que ocurre cada no sé cuántos años (será como un amanecer, pero cósmico) y debido a ciertos cambios magnéticos que impactarán sobre nuestro planeta Tierra la mente sumaría un nuevo sentido a los cinco tradicionales (vista, olfato, tacto, oído y gusto): la Telepatía. Suena a ficción, claro, sin embargo, el Universo es tan insondable y misterioso que, cualquier cosa puede esperarse! El mismo Stephen Hawking teorizó con la posibilidad de que haya 11 dimensiones en vez de las 4 que conocemos. También hemos visto cómo en la película Matrix plantean de qué modo una mente puede vivir en un mundo virtual como si fuera real y lo que nos parecía pura ficción hoy, algunos, lo ven como algo probable. Y lo tenemos a Ray (Raymond) Kurzweil, a quien no conocía hasta el sábado pasado (25/11/06). Aparece en una nota de ese día en la Revista Ñ y asegura que entre los años 2020 y 2040 "la humanidad culmina en un progreso tecnológico inimaginable en el Siglo XXI, el cual conduce a la Singularidad Tecnológica." Afirma que las computadoras superarán, finalmente, a las personas ya que poseerán mayor capacidad que un cerebro humano con lo que el hombre deberá dejar 'en sus manos' las decisiones que hoy todavía sigue tomando. Biología y cibernética se fusionarán intereactuando de forma tal que la Realidad sufrirá un cambio esencial. Tendremos, por ej. a la Nanotecnología que con los 'nanorobots' accionarán dentro de nuestros cuerpos y combatirán todo tipo de enfermedades... incluída la vejez, aunque esta no sea una enfermedad. Llegará así, el fín de la especie humana tal como la conocemos (o sea, tal como somos) hoy en día. Lo que Kurzweil no explica es cómo la inteligencia artificial puede tener 'Voluntad', es decir, lo que llamamos Alma. Si el cerebro sólo fuese una vasta red de conexiones nerviosas-eléctricas, entonces sería probable fabricar algo parecido o, incluso, mejor; pero no veo la forma de reproducir un cerebro y su Alma. Lo veo, por ahora, como algo inasequible. Si 'fabricáramos' almas seríamos dioses capaces de Crear (así con mayúscula) y que yo sepa, el ser humano no tiene dicha capacidad. El hombre Descubre o Inventa, pero no 'Crea'. La cuestión que debemos plantearnos, me parece, es la siguiente: La inteligencia: ¿surge con el cerebro o antes que él? ¿Puede un organismo a partir de una célula reproducirse y evolucionar en sí misma hasta producir eso que llamamos 'Inteligencia', por su cuenta? La ciencia nos dice que existe la información genética. Siguiendo ese concepto la inteligencia, entre otras cosas, viene con anterioridad a la formación del cerebro actual, en los genes. Pero ¿qué información traerían los primeros humanos? ¿De dónde vendría esa información? El mismo planteo sirve para preguntarse acerca de la Naturaleza en su conjunto. Planetas, mares, plantas y toda la materia orgánica e inorgánica en general. ¿De dónde viene la información, que luego se desarrollará, a través, de las células y sus átomos? ¿De dónde viene toda esa inteligencia que presumo previa a la materia? A esta altura, debo inferir que es la Inteligencia quien promueve el desarrollo de la materia y no a la inversa. Un átomo tiene a su manera su propia inteligencia. No hablamos de que tenga conciencia de sí mismo ( la conciencia, quizás, es otra cosa, en todo caso, es sólo un factor de la inteligencia), sino de que su 'comportamiento', su evolución, responde a ciertas pautas de su composición, es decir, un átomo se desarrolla del modo en que lo hace no por casualidad, no es azaroso, como tampoco lo es un árbol, un mar o una persona, aunque sus inteligencias sean distintas y posean distintas cualidades. Todo el Universo, tal como lo vemos y lo imaginamos, posee un mecanismo determinado de desarrollo al que puede llamárselo, Inteligencia.

El Tiempo


El tiempo es una condición física, o un fenómeno de la física del Universo que permite que las cosas, ya no solamente la materia, el vacío también y cualquier cosa tal como la inteligencia en cualquiera de sus formas, permanezcan। Incluso el espacio mismo necesita del fenómeno tiempo para permanecer como tal. No podría haberse creado el espacio si no existiera el fenómeno o la condición Tiempo. De manera que el tiempo es esa "cosa" que hace (que permite) que las cosas estén, permanezcan, así sea por el mínimo instante, así sea por el mínimo destello de existencia de cualquier cosa. Ser y estar son 'procesos' paralelaos. Si al principio fue el espacio, también hubo de ser el tiempo. Pueden que hayan sido simultáneas una y otra cosa, o incluso el tiempo pudo haber sido anterior al espacio, pero no después. Igualmente, esto no define el tiempo, pero observar una hoja cayendo desde un árbol, flotando lentamente en el aire hasta tocar el suelo, lo hace porque el tiempo la cobija de algún modo, la protege y le posibilita que caiga, que esté en el aire cayendo, que permanezca en el movimiento de caída. El Tiempo, es la permanencia de las cosas, es el "estar estando". Lo que el hombre hace no es medir el tiempo sino el movimiento en el espacio. El tiempo en si mismo es indefinible, no puede entendérselo como algo determinado, es un fenómeno que está dado en el Universo. Ocurre y no podemos entenderlo. Es indefinible como la inteligencia o la conciencia. Son presencias que están pero no pueden explicarse, sólo observarlas, sentirlas y vivenciarlas.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Suspiro animal

Y se bajó a un carro de niños en primavera
Para ver hojas que aplauden en el viento.

Ya vendrá por vino fresco a brindar
Acaso el increíble ojo se tiñó de azul

De pronto se oyó el estruendo de un suspiro
Tan inmenso como el cielo
Tanto que alguien preguntó:

¿han escuchado a Dios suspirar como un niño?

martes, 25 de marzo de 2008

Canto del Arbol

Hay un canto de árboles
y el sueño en su flor nos dibuja
En el profundo hueco de amor
hay un lugar de quietud absoluta
De silencio y observación.
donde sólo los niños serán bien recibidos.

Y el canto del árbol vendrá a despertarnos.

lunes, 18 de febrero de 2008

Principios y Bases para un Progreso verdadero


No es correcto fabricar lo que sea para luego vender ese producto (la producción) a otros y obtener una ganancia. La ganancia no es correcta ni es moralmente aceptable puesto que la actividad de producir para ganar es opuesta al concepto de desarrollar una sociedad justa y sana. La ‘ganancia’ es lo que provoca desestabilización e inequidad en la expansión de una sociedad.

Donde se crean diferencias surge el resentimiento y el malestar porque los intereses de las personas empiezan a ser distintos entre sí, y una sociedad de ese tipo no puede estar en paz cuando no hay un objetivo de bien común (o el mismo es difuso, ambiguo o secundario) Si priman los intereses individuales por encima del interés común, rápidamente se transforman en graves malestares sociales. Las sociedades sin ese rasgo estructural-funcional, es decir, el bien común, están intrínsecamente fraccionadas y, por eso, condenadas a la violencia, la explotación, las guerras y los principales males sociales.

El progreso tecnológico no es verdaderamente importante o significativo si primero no hay un progreso moral que permita apreciar éticamente las ventajas y beneficios de una tecnología desarrollada que tenga como objetivo primordial aliviar las necesidades, tensiones y angustias existenciales.

La pobreza no es algo ‘natural’ sino que se genera a partir de la propiedad privada, la actividad industrial para ganar y la comercial; actividades que, por otra parte, conllevan implícitos conceptos como ganancias, bienes y riquezas personales que los individuos aceptan como normales, naturales y necesarios, pero que en realidad, son las generadoras de las diferencias sociales.

El progreso tecnológico sólo es venerable si su producción beneficia a todas las personas por igual, apuntando así, al bien común. Si todas las personas estuvieran incluidas en los alcances de dicho progreso, entonces el desarrollo tecnológico sería un bien humano inapreciable.

Las personas más inteligentes no merecen más riquezas, ventajas o comodidades que sus pares menos inteligentes. Las personas menos inteligentes, por el contrario, necesitan de su ayuda. No hay ninguna razón que justifique que las personas mejor dotadas de inteligencia posean mejores retribuciones o beneficios. Poseer más inteligencia ya es una bendición de la naturaleza que debe ser aprovechada en beneficio de la sociedad y no en el propio. Que la Naturaleza brinde mejores dotes a una persona, en cualquiera de sus acepciones, no la hace merecedora de ventajas para su provecho personal sino que constituyen motivos más que suficientes para un compromiso más profundo con la sociedad que la cobija y a la que se debe por pertenecer. El lugar que ocupa en esa sociedad es en sí mismo la mejor retribución. Por ende, las retribuciones no deben ser entendidas como de ganancia, riqueza o bienes personales sino como la garantía de que sus derechos serán respetados del mismo modo que él respeta el de los demás.

Por lo tanto, haber nacido con mayor inteligencia (sobre todo si la inteligencia es herencia genética, o sea, un don natural) no da derechos sobre los demás sino todo lo contrario: obligaciones para con ellos. En una sociedad cuyo objetivo primordial es el bien común, poseer más inteligencia que el resto implica una mayor responsabilidad con el prójimo y un liderazgo natural y altruista. El sincero reconocimiento de los demás debería ser la mejor retribución que un ser humano pueda recibir. Ayudar al prójimo tendría que ser en si mismo una de las más fuertes motivaciones y alegrías del ser.

El esfuerzo personal debería traer consigo la satisfacción de contribuir al bien común y no el sentimiento de sentirse acreedor de ventaja personal alguna.

Las personas con más responsabilidades tampoco son merecedoras de ventajas personales ni de tratos especiales. En todo caso, lo que se debe regular no son sus beneficios personales o posesiones, sino la distribución equitativa de las responsabilidades sociales, por lo que será importante y decisivo una educación de conjunto que garantice una misma conciencia social al respecto. Tener mayores responsabilidades debería ser una condición sólo temporal o pasajera si es que las mismas representan para el sujeto una carga demasiado pesada de sobrellevar.

Las riquezas personales, desde las más pequeñas hasta las más grandes, son el origen de todos los desequilibrios sociales.

El objetivo irrenunciable, debe ser siempre el Bien Común.

Tomar conciencia de algo lleva a una persona a asumir una nueva posición que lo impulse a enfocar la realidad desde otro ángulo. Luego, los cambios revolucionarios pueden darse por si mismos, no necesariamente se necesitan las armas para plasmarlos.